sábado, 2 de junio de 2007

CAPÍTULO 7. A MODO DE HOMENAJE

En las páginas de este capítulo se recoge una selección de testimonios, abreviados, de lo que ha sido, es y significa José Luis para sus próximos, incluidos en el texto de la versión impresa de este libro.

D. José Rubí Maroto:

Te recuerdo, Doctor, cuando surcabas
en bicicleta humilde los caminos,
y eran tus pasos firmes, peregrinos
del amor y la fé que nos brindabas.
Prudente en tu saber, nos visitabas
hasta anegar en flor nuestros espinos,
y eran tus pareceres, cristalinos
cuando a vencer el mal nos invitabas.
Años pasaron mil, más tú rondabas
desbrozando dolores y amarguras
al trenzar tu saber con tu hidalguía.
Mujer bella y fecunda agasajabas,
hijos, caudal y acopio de venturas,
y un entorno de paz, que sonreía.

A mi querido “Doctor”
Con todo cariño


Mª Paz Saiz Mingo:

“Increíble, alucinante e inconmensurable”


Mario Zapatero Cristóbal:

... Me sale del alma, no diré la multitud de cosas buenas que seguro de él han dicho los demás. Pienso que José Luis es el hombre con más suerte que he conocido en mi vida.


Sabine Robinet:

“Por francófilo, el mejor suegro que me ha podido tocar”


Mª Paz Mingo Alsina:

“Buen comunicador, equilibrio mental, poeta con cierta dosis de fantasía”.


Mari Sol Zapatero Cristóbal:

“En aquellos tiempos en que yo reía,
al más poderoso, en tono jocoso
le llamaba “ajax”
y para mí asombro mi hermana
la Santa María,
con sus bellos ojos,
por los de él veía.
Yo estaba asombrada
con esa mirada
y a mí me decía:
“Mira que el Doctor...”
Y en esto pasabas pasando,
pisando, pisando y pasando
y al tiempo diciendo
“yo soy el mejor”.
¿Qué pasa?, ¿qué pasa?,
¡qué pisa al pasar!
que pase, que pisa, que pase,
que pase yo me quedo atrás...
¿Qué más me da a mí?
Esas son posturas
que digo mil veces
que no están maduras,
pero me enfadaba,
son las cosas mías.
No me daba cuenta
que eran tonterías.
Y hoy amigo mío,
el tiempo ha pasado
y como es un juego
ahora tu has ganado,
ya no estoy enfrente,
estoy a tu lado.
José Luis te quiero,
pero de verdad
porque en este juego,
tu has podido más”
El más poderoso sigue siendo “ajax”


Javier García Guinea:

“Vitalista”


Belén Mingo Zapatero:

“Ejemplo”


Nina Martínez:

“Un gran padre, un buen médico, un hombre bueno, una persona positiva en la vida”.

Cristina Benedicto Gutiérrez:

“La alegría de querer”

Joaquín Zapatero Cristóbal:

“El hermano mayor”


Mª José Mingo Zapatero:

“Discreto”


Ana López:

“Un hombre que ha adorado a “su María” y para mí, más que mi cuñado, un padre.”
Mercedes Maroto Mingo:

“El patriarca de la familia”

Mª Luisa Mingo Alsina:

“Un fantasioso de fondo sentimental”

Miguel Morán González:

“Terminator eternum”


Cristina Mingo Benedicto:

“Es el Jefe de la Tribu”

Rafael Mingo Santos:

“Dicen en la familia que me parezco a ti, en que los dos somos nerviosos, golosos, en que nos gustan los primeros platos... y en que nos encanta mandar.

Me gustaría parecerme también en llegar a los 90 con la misma lucidez mental, tu capacidad para ilusionarme por cumplirlos... y, por supuesto, mandando”.

Eusebio Mingo Zapatero:


“Siete ciencias”

Mª Esperanza Mingo Zapatero

“Padre”


Rafael González-Chamorro:

La familia González-Zapatero te quiere agradecer tantas cosas que como botón de muestra, nunca olvidaremos:

Gracias José Luis por acudir a Sevilla con motivo de la “polio” de Mario y de tu sabio consejo al Dr. Méndez León. ¿Te acuerdas?

Las visitas de Maruja a Sevilla cuando mi accidente, donde recuerdo como temblaba al ver mi cara quemada

Cuando nos acompañó en la operación de riñón de Mª Sol.

Detrás de un gran hombre hay siempre una gran mujer, yo creo que en este caso también detrás de una gran mujer hay un gran hombre.

La familia González Zapatero te agradece muchas cosas. Recuerdo una película de los años 40 “Balarrasa”, donde un soldado herido mortalmente se miraba las manos y decía: “Señor, están vacías”.

José Luis, tus manos rebosan hasta derramarse de: honestidad, honradez, sacrificio, entrega, dedicación.
De todos y para todos. Gracias José Luis

Como dirían tus nietos eres un marido, un padre y un abuelo “guai”

Un abrazo muy fuerte



UNA VERSIÓN RESUMIDA DE LA BIOGRAFÍA DE JOSÉ LUIS MINGO


Se incluye aquí, por su doble valor como muestra de afecto y de recuerdo de la fecha del 13 de febrero de 1997, la canción que la familia dedicara a D. José Luis Mingo Alsina.


El cuarto hijo nació, en la Plaza Mayor
un día como hoy, de Luis y Concepción.
Como era su primer varón, su padre el nombre escogió,
más José Luis su madre en la pila le nombró.

Para el niño los padres siempre pensaron,
en cuidada y esmerada educación,
y para ese cometido le enviaron
al colegio escolapio San Antón.

Su gran habilidad y su gran memorión,
hicieron que del gua fuera un campeón,
a pesar de esta afición, en los libros fue un empollón,
y siete ciencias su hermana mayor le llamó.

Entre novias y billares le encontraban
fútbol, juergas, amigotes y parrandas,
y a pesar de todas estas diversiones,
Medicina estudió en la facultad.

La carrera acabó y al África marchó,
charcas petróleo, fimosis operó,
gasas, lavar, agua y jabón, fueron siempre su obsesión
para dejar Marruecos un poquito mejor.

Entre balas, cañonazos y fusiles
él curaba a militares y a civiles
y escapando en bicicleta de la muerte
Barcelona pisó con gran emoción.

Y la bella Mimi que a él le hacía tilín,
como era un fanfarrón, la paseó en avión.
Por todo pueblo que pasó, a todas chica conquistó
saliendo de Porcuna, en Torre se afincó.

No sabía que su amor allí esperaba
visitando a la familia Zapatero
mientras todos los del pueblo murmuraban
vaya suerte que tenía el solterón.

Belleza, timidez, prudencia y corazón
esto es lo que soñó, se muere de emoción
mientras que con la madre hablar,
con la joven Mª soñar
pensando en cómo él la podría conquistar.

Oh, María. Tu eres flor de primavera
niña hermosa de mis sueños más sinceros
yo deseo que conmigo tú te cases
y formemos los dos juntos un hogar.

Mucho niño nació de esta feliz unión
sin olvidar jamás, su amada profesión
viendo garrapatas a mil, le dieron el premio Cajal
para decirle Mingo lo listo que eres tú.

Tras vivir cuarenta años en el pueblo,
los vecinos le pusieron una calle,
y cuando se jubiló muy jubiloso,
el Colegio le llamó a presidir.

Después de tanto andar, el gran día llegó
el jefe cumple más, tiene noventa ya
entre hijos, nietos y demás venimos todos a cantar
para decirte, Abuelo, que cumplas muchos más.

Entre finos, langostinos y canciones
ya está el jefe en su propio paraíso
y ya sabes, ten cuidado a ver que comesdeseamos que llegues al centenar.