sábado, 2 de junio de 2007

CAPÍTULO 6. LOS ÚLTIMOS Y ACASO LOS MEJORES AÑOS, DE 1977 A 1997

A partir de su jubilación, en 1977, la vida de José Luis se centra en su familia y en el Colegio de Médicos de Madrid, al que dedica enorme atención y trabajo desde su puesto de vocal representante de los médicos jubilados durante un buen número de años.

Más que explicar acontecimientos, acaso la mejor expresión de la vida de José Luis en estos años sean sus escritos.


ALGUNOS POEMAS


La noche del 24 de diciembre, sus aniversarios y los de María, son ocasión para que de pie, con expresión fácil y elocuente, ilusión, alegría y gran amor recite ante sus hijos alguna poesía.


A mis hijos

Ni la gloria, ni honores, ni riqueza
hacen feliz al hombre en esta vida
tampoco la felicidad va unida
al disfrute de cosas con largueza.

Si buscáis la verdad, aún escondida.
Del saber y pensar, que el alma vea.
Tengáis ilusión, porque os recrea
y el bien en vuestro corazón anida.

Por nacer ya tenéis derecho a ella
por existir tenéis que conservarla
no sólo porque es amable y bella
sino al ser vuestra, no hay que derrocharla.

Para gozarla en la mejor medida
Tenéis que amar porque el amor es vida.


Al libro


¿Quién me enseñó a PENSAR lo que he pensado?
¿Quién me dió la conciencia que he tenido?
¿Quién me hizo APRENDER lo que he sabido?
¿Quién fue siempre mi maestro amado?
Fue el que más satisfacción me ha dado
y los mayores GOZOS que he vivido
El que me hizo SENTIR lo que he sentido
y el que mi carácter ha formado.
Todo eso le debo, y más si cabe,
se que es, sin duda, mi mejor amigo
siendo natural que yo le alabe.
Y así lo reconozco cuando digo:
Al tomar un libro, en cualquier momento,
a la vez, PIENSO, APRENDO, GOZO y SIENTO



A las tres edades

Alegría, fuerza, desinterés, salud,
en los demás tener siempre confianza,
ver el porvenir con esperanza.
Eso es lo que debe ser la JUVENTUD

Lucha, esfuerzo, trabajo, sensatez,
demostrar, ante todo, seriedad,
tener juicio, raciocinio, voluntad.
Eso es lo que debe ser la MADUREZ

Comprensión, paciencia -esa gran virtud-
templanza, una gran serenidad,
no dejar de tener tranquilidad.
Eso es lo que debe ser la SENECTUD

¡Ten cuidado de vivir, en realidad
conforme corresponde con tu edad!.



Porque te quiero

Preguntas porqué te quiero
contestarte es muy sencillo
¡Cuando yo quiero de veras
qué fácilmente me explico!

Caminando por la vida
como aguas del mismo río
juntos tuvimos problemas
que todo el mundo ha tenido

Pero nosotros, tú y yo,
juntados por el destino
supimos sobrellevarlos
con nuestro mutuo cariño.

Unidos forzosamente
por trece lazos divinos
trece palomas torcaces
que siempre vuelven al nido.
espejo para mi han sido.
Cuando te tengo a mi lado
¡Qué intensamente respiro!
cuando estoy lejos de tí
me parece que no vivo.
Porque tu les enseñaste
de pequeños el camino
que recorren presurosos
¡Es de sobra conocido!

Tu bondad y mansedumbre
fueron el entorno mío
tu rectitud y paciencia

Todo esto, y más si cabe,
por haberte conocido
¡Mira si tengo razón
para estarte aparecido!




Soneto de Navidad

Es Nochebuena fiesta de alegría
por encontrarnos aquí reunidos
con el cariño que nos tiene unidos
aumentando siempre día a día.

¿Qué voy a decir, familia mía,
que os llene el corazón y los sentidos?
¿Qué os haga quedar agradecidos
y en el futuro sea vuestra guía?

Un mejor mensaje, el amor del bueno
que siempre os tuve y que hoy repito
otra vez expresaros necesito
porque él rebosa en mi corazón lleno.

Y solo pido a todos, y en El espero
que siempre os queráis como yo os quiero.


A Madrid

Con el viento que llega de la sierra
y le entrega su clima saludable
toda llena de sol, es admirable
la ciudad más alegre de la tierra.

Relatar los tesoros que ella encierra
con su tarea casi inagotable
ya nos dice de forma bien notable
su papel en la historia. Nunca yerra.

Su belleza es tan impresionante
que un Ángel que vino a visitarla
curioso por su forma, al contemplarla
quedó maravillado, y, al instante
con todo su entusiasmo y gran anhelo
Exclamó el Ángel: “DE MADRID AL CIELO”.



En el 40 aniversario de mi matrimonio


Celebrando este grato aniversario
rodeado de mis seres más queridos
poned atención, sed todo oídos,
escuchad este breve comentario:

La experiencia me enseñó a diario
que amores sin dar, no desprendidos
lo normal es no ser correspondidos.
El darse todo uno es necesario.

¡Que bueno es cuando das! ¡Feliz ya eres!
Cada entrega te ensancha el corazón
figuraos, pues, si no hay razón
para dar más y más a los que quieres.

Por eso repito, y lo demuestro.
¡Que feliz soy! ¡Soy todo vuestro!




UN AÑO ESPECIAL

El año 92 fue muy especial para José Luis. La Exposición de Sevilla y los Juegos Olímpicos de Barcelona, son la expresión para este hombre del siglo de la gran realidad que ha vuelto a ser España después del largo periodo transcurrido desde 1929.

Unido a su todavía intensa vida de relación social, José Luis disfruta sobre todo la vida de familia y el amor a “Mi María”, a la que tiene si es posible, cada hora que pasa mayor dedicación.

Expresión del estado de animo, de la alegría y satisfacción del Doctor Mingo es el poema que escribe a su “Patria”

Mi Patria:

Yo siempre he tenido como mía
la gloria que de España me contaban
y todos mis maestros me enseñaban
a querer a mi patria cada día.

Al decir esta palabra, yo sentía
cuantas cosas a mi me rodeaban,
los parientes y amigos que me amaban
y el querido lugar donde vivía.

¿Por qué no te llaman así mi España?
¿Por qué quieren cambiar tan bello nombre?
No es lo más natural que yo me asombre
cuando escucho una cosa tan extraña?

Yo a decir: Mi PATRIA, jamás renuncio
y su nombre con veneración pronuncio.


JOSE LUIS Y LA NECESIDAD DE INVESTIGACION


Todavía 1992, José Luis tiene palabras para la opinión pública y en una entrevista concedida a Dª Celia Martín, (a la que ayudó a nacer un 6 de diciembre) y a Dª Mª Victoria López-Quesada con motivo de la inauguración de la Casa de la Salud de Torrelodones expresa sus ideas y recibe público homenaje. El texto de esta entrevista, pese a su interés y estar incluido en la edición impresa de este libro no se incluye en la edición digital.




LAS BODAS DE ORO DE JOSE LUIS Y MARIA

El día 28 de abril de 1993, celebra José Luis, junto a su amada María, sus bodas de oro. Esta fecha, esperada largo tiempo y causa de fuerza para soportar y salir con bien de duras enfermedades, reúne en Torrelodones a todos los suyos.

Explicar a todos y comprender los sentimientos de quienes participaron, hijos, hermanos, nietos y amigos en la agridulce celebración de esta fecha, lastrada en parte porque José Luis hubo de permanecer en cama a lo largo de la jornada, sujeto al lecho por otra dura y áspera enfermedad, es imposible sin la incorporación de este discurso, pronunciado por José Luis, del poema recitado por José Agustín Maroto y de las emocionadas palabras de respuesta que reclinado en su cama, con la habitación y el pasillo repletos, pronunció ante y para los suyos José Luis, que sujetaba de su mano al amor de su vida, la dulce María.


Discurso del hijo mayor el día de las bodas de oro


Querido Padre,
Querida Madre,
Queridos tíos y primos,
Queridos hermanos y hermanas,
Queridos hijos, queridos nietos de la familia,
Queridos amigos,
Queridos todos.

La satisfacción de pronunciar estas palabras de felicitación a nuestros padres en el día de las Bodas de Oro, me hace aceptar con inmensa alegría, y por unas horas, el hecho de figurar delante de Mª Esperanza en la tradicional fotografía familiar.

Hace medio siglo, Padre y Madre, Papá y Mamá, iniciaron juntos su camino.

Luego llegaron José Luis, Mª Esperanza, Concha y... hasta Belén.

Más tarde, José Agustín, Cristina, Mamen y... hasta, por ahora, Miguel Ángel.

María, Mercedes, Agustín... hasta Blanca, por unos días.

Una ola de vida que avanza sin pausa hacia el futuro. Qué decir de los recuerdos de estos años:

· La quemadura de Mario
· La oscuridad de la calle del Río
· El frío de Anma
· Las clases de Dña. Vitalina
· El nacimiento de Blanca
· El ojo de Carolo
· Los colegios internos
· Los días de Reyes
· Los embarazos de Mamá
· Las estancias en casa de las abuelas
· La elección del nombre y el bautizo de Eusebio
· El convento de Concha
· La novela que escribió Mamá
· La boda de Mª Esperanza
· Los primeros nietos
· Las carreras de todos
· El primer trabajo de Sol
· Los viajes de primavera y otoño
· Paloma y sus hoteles de lujo
· La casa nueva
· La boda de Carcaçone
· La elegancia de Mª José y las fiestas de fin de año
· Los trabajos de Carmen
· Las cenas de Nochebuena
· Las bodas en el jardín
· El crecer de la familia
· Los asuntos sin cuento, las alegrías tranquilas.

Pero todo esto, parte de nuestros recuerdos y reflejo a nuestros ojos de la obra de dos vidas, es quizá, solamente y como bien dice Padre, una anécdota, un mero accidente.

Durante los 50 años de trabajo constante en la construcción de la familia, Padre ha sido capaz de integrar simultáneamente su crecimiento personal y su desarrollo profesional. Ha curado heridos y sanado enfermos, ha estudiado largas horas y ha sufrido la soledad del buen médico. Ha participado primero y dirigido después, las actividades corporativas de sus colegas y ha aportado a los suyos y a la sociedad, el resultado de sus investigaciones, sus criterios claros y la lucidez de su pensamiento. Ha sembrado a su paso paz y salud; y sobre todo, ha mantenido siempre su gran amor a Mamá. Ha tenido tiempo para estar en casa y ha sido enseñanza y ejemplo para todos.

Además, Padre, ha adornado nuestra ilusión con sus hermosos versos, el preciosismo de elocuencia y la enseñanza de que es importante saber jugar, con cartas y sin ellas, porque solamente puede ganar quien se arriesga y empeña en ello.

Durante 50 años de trabajo constante en la construcción de la familia, Madre ha sido, todos lo sabemos, capaz de integrar en el quehacer diario su creencia profunda de que cada uno es de cada uno, con su proyecto vital de hacer a los suyos personas útiles.

Mamá ha sabido darse a todos y seguir siendo ella. Mamá ha sido y es, el manantial del que ha nacido nuestra vida y en el que se ha alimentado el espíritu de la familia. Mamá es nuestra Madre, es el amor de Papá, y es, sobre todo, la muestra perfecta de una mujer que dando todo, es ella.

Además, Madre, en el avanzar de sus pasos, ha sido capaz de, con firmeza, educar su pensamiento. Ha abierto las fronteras de su inteligencia, ha explorado la psiquis del ser humano y se ha adentrado en el mundo de lo oculto. Ha sabido conjugar el rigor del intelecto y la fantasía de la magia. Ha unido el pragmatismo de su sentido común y la solidez de sus creencias, con una profunda tolerancia, comprensión de las personas, ningún reproche y un profundo amor a todos.

Hoy, en verdad, celebramos el éxito de nuestros padres y sentimos la satisfacción de ser miembros de la familia que ellos han creado y hecho crecer.

Y vemos que lo han hecho haciéndonos a todos partícipes de unos valores comunes, centrados en la santa voluntad de cada uno, el libre pensamiento de todos, la existencia de una cierta solidaridad, y, sobre todo, en la cuerda, bien trenzada, limpia por la edad y engrasada por el uso, de un gran amor a la familia, y a cada uno de sus miembros, que es por todos compartido.

Y pienso además, queridos padres, que con vuestra presencia hoy, en este vuestro homenaje, como siempre, nos dais una nueva lección y una enseñanza para el mañana, un regalo más, a añadir a los innumerables que todos y cada uno de los que aquí estamos, tenemos guardados en el corazón.

Este regalo es el convencimiento de saber, que si mantenemos el camino de amor y tolerancia, que vosotros abristeis con vuestra boda feliz en Abril de 1943, dentro de cincuenta años, los más jóvenes de los hoy presentes, podrán convocar a la familia toda, para desde su mayor edad, honrar nuevamente a Padre y a Madre y compartir entre todos, como siempre, como ahora, la alegría de ser hijos, de ser nietos o biznietos, de Padre y de Madre, del Abuelo y de la Abuela.

Muchas Gracias. Y ahora, desde este momento, y hasta el 28 de abril del año 18, sigo siendo unos meses más joven que Belén, y a partir de ese día, habré alcanzado en edad a Teresa, José Luis, Tita, Elisa, Victoria, o Javier.

De nuevo, gracias, y otra vez, muchas felicidades para Madre y Padre, para el Abuelo y la Abuela.





Ripios declamados por José Agustín Maroto con motivo de las bodas de oro


A mis suegros con admiración
de un yerno algo torpe en su expresión.

Este hombre y esta mujer
iniciaron, cincuenta años
la venturosa unión matrimonial
en la esperanza creadora
por sus antepasados emulada
con señales de gran fertilidad.

Padre y Madre han llegado a ser
de esta numerosa prole que aquí está
y en esencia de unidad concluyendo va.

El, médico y aventurero fue
osado benefactor de la humanidad
diestro de la ciencia en el saber
y de la grandeza y humana debilidad.

Siempre a disposición del que le necesitaba
recorriendo los agrestes caminos llegaba
hasta donde su saber y habilidad faltaba.

Hombre de gran independencia
supo la clave encontrar
combinando entrega desinteresada
y capricho personal.

Haciendo siempre lo que quiso
sin sentirse jamás atado a nada
su santa voluntad se imponía
sobre todos los que él amaba.

Cuando su verbo convincente
no lograba su porfía, soltaba
el verbo estridente “coño”, que aterraba
a los que bajo su potestad se encontraban.

Ella, de cándida timidez
fue en su sino esperar
que la vida le hiciera llegar
en pequeñas dosis la felicidad.

Mujer fecunda y dispuesta
encerrose en su claustro familiar
del que no osaba asomar
pues un marido celoso
no la dejaba de observar.

Los primeros hijos al fin
y con ellos el primer par
que le hicieron exclamar
“ya tengo la parejita”, no necesito más
pero el destino no quiso su dicho cumplir
y fueron apareciendo otras “cinco parejitas”
y uno más.

Así, la espera en la cama tendida
de un nuevo bebé que alegraría su vida
o alimentado al que entre sus pechos tenía,
de un marido que salía todo el día
o por las noches en horas sombrías
siempre pensando cuando aparecería.

Para ambos se fue así media vida
los primeros hijos abandonaron el hogar
una camino del alta,
con un marido a casar,
otra al convento con ansias
de a otras gentes salvar.

Un hijo tras otro se alejaba
cuando podía en pos de su destino
de trabajo y amor
y casi todos volvían
en duplicado ejemplar.

La casa aún más llena todavía
se multiplicó la algarada,
los primeros nietos que ella
tuvo que cuidar
para que sus hijos
su vida pudieran disfrutar.

Ahora más gente que esperar
enclaustrada ella en su casa familiar
a que llegaran algún día
hijos, nietos y otros novios que aceptar.

El, alejado ya del trabajo
y de su incesante caminar
a su lado, dormía todo el día
acompañando su esperar.

Por ser hombre amante
del riesgo y del azar
encontró en el juego
la forma de disfrutar,
llegando a ser maestro
de hijos, nietos y pegados
en lances de Ajedrez y Dominó
siendo, a pesar de su edad
un ganador ejemplar.

Un buen día a ella
le surgió la oportunidad
de su sabiduría desarrollar
en las más antiguas
ciencias de la humanidad.

Así la quirología, el tarot, la astrología
empezaron a entrar también en su hogar
un nuevo caminar que le ayudaría
a superar el vacío en que iba quedando su lar.

Su amante esposo celoso
de que algo de él
la pudiera separar
no permitía que ejercitara
otra cosa que no fuera él o su hogar.

Sometida a su marido
en aras de felicidad
ha hecho de su nombre “Esperanza”
el símbolo de su actuar
y así ya sólo le queda esperar
el aceptar su vejez
en compañía del marido
que es gran maestro
de la mayoría de edad
“La ancianidad”

Ambos, ya uno solo,
en su azaroso caminar
entre nosotros están
dándonos una vez más
lección magistral
“Lo importante es la unidad”.




PALABRAS DE JOSÉ LUIS EN ESTE DIA

He escuchado con emocionada atención a José Luis

Me ha sorprendido agradablemente la vis poética de José Agustín, que me confirma además la que yo considero su gran disposición del Arte de Tepsícole, y cuyos versos yo aprecio en su justo y gran valor.

Además, por mi parte, he querido renunciar a la improvisación, porque soy viejo y estaba expuesto a divagar.

Por eso

He preferido leeros lo que se me ha ocurrido para este Acto. A eso voy

María, creo que hemos realizado una obra importante.

En esta obra, los dos, tú y yo, hemos sido co-productores, intérpretes y espectadores. Hemos sido todo.

Y la obra ha resultado perfecta, ha resultado perfecta porque ha estado presidida por la mayor fuerza que hay. La fuerza del Amor.

Con esta fuerza, durante cincuenta años, hemos resuelto, y superado, todos los problemas que han surgido durante nuestro matrimonio.

Pocos, afortunadamente, hemos dado prioridad a la salud física y mental de nuestros hijos.

Hemos puesto todos los medios para su desarrollo intelectual. Les hemos inculcado el amor al prójimo, que es una de las bases para la mayor felicidad.

Les hemos enseñado, con nuestro ejemplo, la importancia de los valores humanos, sobre todo del sentido de la responsabilidad.

En resumen, no hemos hecho nada anormal, sencillamente hemos cumplido con nuestro deber. Nada más y nada menos

Ya lo dijo el poeta:

“La virtud más eminente es hacer, sencillamente lo que se debe hacer”.

La importancia de esta obra han sido sus resultados.
¡Ahí es nada!: Educar y formar a trece hijos, para que ellos a su vez, eduquen y formen a los, por ahora, treinta y cinco nietos.

Creo que lo hemos logrado.

Esta mañana en la misa hemos dado gracias a Dios por lo que nos ha ayudado y le hemos pedido que lo siga haciendo a esta numerosa familia unida por los lazos de la sangre con la de nuestros hermanos, aquí presentes, para que juntos recordemos a nuestros padres, que, sin duda, desde la otra vida, estarán bendiciéndonos.

Gracias, gracias a todos por estar con nosotros en este día tan señalado


UNA SERIA ENFERMEDAD

El día de las Bodas de Oro, feliz en extremo, dá paso a un tiempo de enfermedad que obliga a José Luis a permanecer durante largas semanas en una cama de hospital.

El “tigre”, como es llamado afectuosamente por las enfermeras que le cuidan con un gran cariño hace grato aún en su dolor, su estancia en el lecho a quienes le rodean.

Acompañado en todo momento por los suyos supera varias crisis en las que está muy próximo a la entrada del Valle de Josafat. Sin embargo, como él dice, todavía no ha llegado su momento, él aún quiere estar cerca de mi María.

Poco a poco consigue superar las distintas enfermedades y reanudar su vida normal, a pesar de que su salud queda progresivamente minada.

La pérdida de vigor físico es compensada por José Luis mediante el sensato procedimiento de tomarse un descanso cuando considera que no puede resistir la actividad normal.


LOS NIETOS QUIEREN OIR

Si José Luis ha querido a los niños y ha sido siempre querido por estos desde su juventud, el placer de la convivencia con los pequeños ha sido especialmente intensa en su mayor edad.

Cansado por el peso de los años de trabajo, tocado por las cicatrices que han dejado en su cuerpo las enfermedades, y sujeto a la sonda y a la necesidad de sueño, aún tiene fuerza y sobre todo ánimo para estar siempre dispuesto a consumir su tiempo con los más pequeños de sus nietos.

Luz, Paloma, Belén, Carlota se acercan al abuelo con alegría y le “tientan” para hacerle, con ellas reír, mientras comparten secretos que sólo los muy pequeños con los muy mayores pueden compartir.

Y otras veces rodeado de más mayores: Victoria, Elisa, José Luis, Javier, Carolo o Tita se le escucha hablar sobre la belleza de los caminos de España, el progreso de las ciencias en el siglo, y recitar poemas para el disfrute y la enseñanza de estos.

Con los ya adultos Cristina, Leonor, Concha, Ana o Isidro, recuerda las picardías de los Años 20, los viajes por aire con la bella Mimi, el cambio de las modas, como se baila de verdad el Can-can o el frox-trot o el arte de Jorge Negrete, cuando miraba desesperado a los ojos de María Felix.

También recita con ellos “La vida de una mujer”, “El Conde Sisebuto”, rara vez a Jorge Manrique, y algunos de sus poemas.


Cuando los nietos están en su tertulia privada con el abuelo, obligan hacer silencio a cualquiera que se aproxime al grupo hablando. Las palabras del abuelo son tesoros que no se pueden perder.

Con los mayores María, Mercedes, Agustín, Gloria, Luis, José y Juan habla de los acontecimientos del presente y proyecta su pensamiento al futuro. Escucha sobre todo y expresa su sana envidia cuando con ellos comenta el ambiente de París el estar ahora en Londres, el trabajo en el hospital, la vida de la empresa, el ambiente de la universidad o los éxitos de la Selección Española de fútbol o del Real Madrid.

Discute con sus hijos, desde posiciones siempre abiertas, la situación política, y se ilusiona con el futuro espléndido de la nueva Europa. Y esto después de haber sufrido con amargura la triste guerra de los Balcanes, que tanto recuerda nuestra propia contienda civil.

Sale poco de casa, pero está al tanto de todo. Dice que nada le importa, que está muy viejo, que apenas puede jugar al dominó más de tres partidas, pero el hecho es que sigue jugando mejor que el mejor, discutiendo sus puntos de vista y comiendo más allá de cuanto un hombre normal, que no sea José Luis, con notable menor edad podría asimilar.


EPILOGO


El jueves 13 de febrero de 1997, se celebra el 90 cumpleaños de José Luis Mingo Alsina, con un gran acto familiar, en el que será objeto de un muy merecido Homenaje.

Reunido con todos los suyos, María, su mujer tan querida, sus hermanos, cuñados, hijos, nietos, sobrinos, la familia entera, aportará a todos, una vez más el testimonio de su amor y recibirá de ellos reconocimiento al ejemplo y dedicación que a lo largo de los años ha dado a su familia y a la sociedad, generosamente José Luis.

Que estos “Apuntes de una Vida” sean muestra del homenaje, que los autores y cuantos han participado en la elaboración, consideran imprescindible rendir al Dr. D. José Luis Mingo Alsina.


FINAL


El día 7 de noviembre de 1997, a media mañana, José Luis, luego de una vida llena, descansó en paz.